domingo, 10 de junio de 2012

Tanta. Bistró peruano.

Es un hecho que la cocina peruana está asentada en Madrid. En estos últimos años han aparecido dos grandes exponentes ya comentados en este blog, como son Astrid&Gastón -del laureado Gastón Acurio- y Virú, que innovan la cocina tradicional andina con altas dosis de creatividad y calidad. A ellos hemos de añadir Tanta, el hermano pequeño de Astrid&Gastón que curiosamente se ubica en la plaza del Perú y aunque evidentemente no tiene ni la sofisticación decorativa ni la innovación culinaria de los dos citados, es una alternativa totalmente recomendable para disfrutar de la gastronomía peruana con platos sencillos, buenas materias y un servicio atento y ágil. Es notable la amabilidad del jefe de sala y de todos los camareros desde el momento que cruzamos la puerta y durante toda la comida.
Desde el punto de vista estético la decoración es intrascendente, con un local a pie de calle en forma de “L”, que en su brazo más corto tiene las paredes forradas por partes iguales en papel granate y gres imitación a piedra, mientras que en el brazo largo está la barra y algunas mesas altas con taburetes.
Pero esta intrascendencia estética es premeditada, dado que a Tanta se va para degustar sin sorpresas la comida peruana. Así, en la carta encontramos sus principales exponentes y tras un delicioso pan de papa con salsa de tomate que nos sirvieron a modo de aperitivo, optamos por el piqueo criollo, que permite probar algunos de los entrantes más conocidos: la causa limeña, con atún, aguacate, tomate y huevo; las papas rellenas de solomillo picado, muy ricas,  los anticuchos de corazón de ternera y las croquetas de ají de gallina, igualmente sabrosas.
Como platos principales optamos por el lomo saltado, presentado en tiras al wok y con cebollas moradas y el pez mantequilla a la parilla -jugoso y muy carnoso- que nos encantó. Acompañamos la comida con sendos pisco sour de maracuyá, más ricos que los tradicionales de lima que hemos probado en otros restaurantes peruanos. La carta incluye los clásicos cebiches – de corvina, de pescadilla o de langostinos- y tiraditos y algunos platos apetecibles sobre el papel como el arroz con langostinos o el asado de tira. No pedimos postre, pero nos llamaron la atención el suspiro a la limeña, la tartita de maracuyá o la tarta hojaldrada de manzana.
También dentro de la cocina peruana nos han recomendado, aunque aun no hemos tenido la oportunidad de conocerlo, Sullana 13, dentro del Isabela Gourmet Market, en el número 3 del paseo de la Habana, para disfrutar de la gastronomía peruana en versión tapas.
Precio medio: 25€ por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 7/10
GastroTip: para comer o cenar con un grupo de amigos en un ambiente informal, con buena relación calidad-precio.

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