miércoles, 1 de febrero de 2012

SULA. Gastronomía ibérica.

ACTUALIZACIÓN (agosto 2012): El restaurante cerró y ha abierto como Álbora (ver).


Se encuentra en el número 33 de la calle de Jorge Juan, casi esquina con Velázquez, en una de las zonas de referencia de restaurantes gastrochic de Madrid, con Kabuki, Pan de Lujo, El Paraguas e Iroco entre otros, todos ellos comentados en este blog. 
Sula presenta una apuesta gastronómica –recientemente renovada- que aúna la creatividad en el diseño de sus platos con la utilización de productos de calidad. La propuesta culinaria gira innegablemente alrededor del cerdo ibérico, aderezada con productos representativos de la huerta tradicional española. Para ello, cuenta con la participación del afamado Quique Dacosta -cuyo restaurante en Denia goza de dos estrellas Michelin- y los productos de José Gómez (propietario del jamón “Joselito”) y de La Catedral de Navarra. 
Dispone de un amplio local de dos plantas y grandes cristaleras con vistas a la calle de Jorge Juan y ofrece tres ambientes claramente diferenciados: los dos primeros en la planta de acceso desde la calle, donde se sitúan tanto la zona junto a la larga barra reconvertida en gastrobar, con mesas altas donde tomar unas tapas y decoración en tonos negros imitación a pizarra, como el espacio que denominan Ham&Champ, donde disfrutar del maridaje de los exquisitos cortes del jamón ibérico con champagnes selectos. Al fondo de esta planta encontramos el comedor menos “noble”, y de él parte una escalera que lleva al piso superior, donde se ubican los salones principales del restaurante, con una decoración sobria en la que predomina la madera en paredes y suelo, sin grandes alardes estéticos pero con un resultado armonioso y elegante. Desde algunas de las mesas es posible disfrutar de la vista de la  gran estructura metálica que, tras la barra del piso inferior, sirve como vinoteca y ocupa toda la altura del local.

En la zona de la barra es posible probar algunos de los platos de la carta del restaurante, en versión ración o tapa, así como unas tapas específicas con propuestas tan sugerentes y posiblemente sabrosas como el cubalibre de foie,  el salmorejo con virutas de jamón y huevo de codorniz, el pulpo a la gallega con cremoso de patata, las croquetas fundentes de jamón y chorizo, la tortilla cremosa, de bacalao o chorizo. Todos ellos con precios que oscilan entre los 2,5€ y 4€; también ofrece una degustación de tapas por 25€.
La carta del restaurante dispone de sendos apartados específicos para las “delicias de Joselito” y para las “delicias de La Catedral de Navarra”. De aquéllas, probamos el jamón Gran Reserva 2007, exquisito, acompañado de pan con tomate (algo escaso). De éstas, elegimos con acierto los corazones de alcachofas con jamón. Como plato principal nos decantamos por el arroz caldoso con almejas, realmente bueno, y la presa ibérica con queso, si bien había otras opciones muy atractivas sobre el papel, como el atún rojo con mostaza verde, las carrilleras ibéricas con boniato a la brasa y la pluma ibérica con hongos. De postre… no hubo sorpresas y tomamos el brownie de chocolate y avellanas. 

Entre la clientela encontramos más gente joven del barrio –un tanto pija- en el gastrobar y, en contraste, público de mediana edad en la zona del restaurante. El precio un tanto excesivo  posiblemente es la causa de que un jueves por la noche estuviera prácticamente vacío… Pese a todo, hacía tiempo que no íbamos a cenar a Sula y nos ha sorprendido reencontrar la calidad en materias primas, presentación de los platos y servicio (amable y presto).

Precio medio: 40€ por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 7,5/10

GastroTip: para cenar más que para comer. Recomendable la barra, con atractivos pinchos y tapas, a precios proporcionalmente más moderados. No tiene aparcacoches.

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