domingo, 15 de enero de 2012

Nikkei 225. Cocina japonesa con acento peruano.

En este blog ya hemos comentado algunos de los principales exponentes de la gastronomía japonesa en Madrid (ver post de comida japonesa), pero queremos dedicar un artículo específico a Nikkei 225 (que toma su nombre del índice bursátil de la Bolsa de Tokio), por la relevancia que ha adquirido. Lleva abierto poco más de un año y desde el principio se colocó en la vanguardia de restaurantes chic de Madrid, con una apuesta basada en la cocina japonesa-peruana, con buenas materias primas y una puesta en escena estéticamente atractiva. La cocina japonesa ya lleva años asentada en nuestro país, pero en estos últimos tiempos está emergiendo con fuerza su fusión con la peruana, con otros exponentes de nivel -también en nuestro blog- como Astrid & Gastón, Virú y, en menor dosis, Asiana Next Door.
Nikkei 225 ocupa la planta baja de un  edificio señorial situado en el Paseo de la Castellana, en una zona donde curiosamente se encuentran otros de los restaurantes más de moda en la capital, como son Ten con Ten, Bar Tomate y el ya mencionado Astrid & Gastón –de todos ellos hemos dado buena cuenta en GastroChic desde Madrid. Como viene siendo habitual en otros locales fashion en Madrid, la decoración se debe a Ignacio Gracia de Vinuesa, que ha conseguido dar un toque moderno y a la vez elegante. El restaurante dispone de dos salones; el primero según se entra a la derecha, tras la bodega acristalada, es un espacio amplio con una docena de mesas aproximadamente, y muy propicio para “ver y ser visto”; decoración en tonos dorados y claros y quizá un exceso de luz por la noche; grandes ventanales dando a la calle de Fernando el Santo y, bajo ellos, un sofá a lo largo de la pared, desde el que se puede contemplar a los sushiman al otro lado del comedor tras una pequeña barra en la que también es posible comer. El otro salón, sin luz exterior, está decorado en tonos oscuros y resulta más tranquilo e íntimo, pero también más “serio”.
En cuanto a la carta, comenzaremos diciendo que hay un menú de degustación de 65 €, cuyo contenido no viene detallado (por tanto, es discrecional). Nosotros generalmente optamos por probar y compartir algunos de los numerosos platos atractivos que nos ofrece la misma. En esta última visita -acompañados de unos de nuestros mejores amigos, a quien dedicamos este post- empezamos con el sashimi de salmón – correcto - y continuamos con el tartar de toro, cubierto en exceso por una especie de mahonesa japonesa ligeramente picante (lo suficiente como para restar protagonismo al sabor del pescado). De los niguiri sushi probamos el de pulpo con patatas (no nos convenció, quizá por llevar patata en lugar de arroz), el de pez mantequilla con anticucho, y el de entraña de wagyu con huevo de codorniz. Estos dos últimos, siendo ricos, no pudieron evitar hacernos añorar parecidas versiones que habíamos probado recientemente en Kabuki (Wellington siempre) e incluso en Kirei.
Seguimos con dos makis, a cual más sabroso: el Nikkei Roll –con vieiras, aguacate y crujiente de tempura- y el Calamar Maki -con calamares fritos y, de nuevo, mahonesa ligeramente picante. No podíamos terminar sin probar una de las tempuras, y optamos por la muy recomendable de langostinos tigre, a base de pequeños trozos de langostino tempurizado, acompañados de dos tipos de salsas. Aunque quedamos saciados, compartimos dos postres, muy originales y bien elaborados: la torrija con helado de canela y jugo de limón, y el polvo helado de chocolate con mousse de avellana y helado de wasabi. En resumen, una comida muy agradable y rica, con buenas materias primas y en un ambiente animado y cool. El servicio, …muy bueno.
Llegado el momento de las copas, nos sorprendió que no ofrecieran el tan de moda pisco sour (que ya probamos en Virú) y por ello nos fuimos a conocer El Huarique, a pocos metros de Nikkei 225, que es la nueva zona de cocktails y tapas – esto último lo acerca al concepto de gastrobar- en la planta baja de Astrid & Gastón, con unos pisco sour  y gin&tonics muy acertados.

Precio medio: 45€ por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 8/10
GastroTip: para cenar en pareja o con amigos; el japonés más chic del momento. Mejor el comedor de los ventanales que el interior.

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