martes, 7 de enero de 2014

El resurgir de Ramsés... by Ricard Camarena

Nuestras primeras visitas al restaurante “bistrôt” de Ramsés nos dejaron bastante indiferentes e incluso decepcionados con la relación calidad vs precio (ver nuestro primer post de Ramsés). Desde entonces hemos ido alguna que otra vez a tomar copas y a disfrutar de la terraza (ver aquí) pero con la reciente incorporación de Ricard Camarena como director gastronómico el restaurante ha dado un giro muy positivo y hemos regresado al “bistrôt”.

La decoración de Philippe Starck se ha mantenido, ecléctica y llamativa, muy diferenciada entre el salón principal "dior" y el comedor interior (con un gran lienzo en el techo). El equipo de sala ha cambiado, si bien conserva el perfil de camareros extranjeros, agradables y quizá poco especializados (imaginamos que conscientes de que la mayor parte del público de Ramsés son turistas). No obstante hemos apreciado que el servicio ha mejorado en todos los aspectos.
La coctelería continúa con un estilo similar e igualmente persiste el brunch de los domingos.
Donde se ha obrado el cambio más importante es en la carta que se sirve tanto en la terraza como en los restaurantes Petit (más informal) y Bistro. En este último se han introducido platos de inspiración mediterránea (excepto en los entrantes, que son de muy diversa procedencia), de línea “saludable” y con  atención a la calidad de las materias primas. Ricard Camarena ha debido de aportar, al mismo tiempo, el conocimiento para conseguir una elaboración muy satisfactoria en general, tanto en su ejecución como por la presentación en la mesa: raciones generosas, platos en su punto, a la temperatura correcta, en los tiempos adecuados y visualmente atractivos. Hemos probado el calamar en su tinta cremoso, el arroz de cerdo ibérico con setas y trufa negra y el steak tartar como platos principales, todos ellos muy ricos si bien el steak tartar tenía un sabor diferenciado del tradicional. La carta dedica un apartado a delicatessen como la gamba roja de Denia, las anchoas de Santoña, una selección de quesos del mundo y caviar Baikal con blinis y mantequilla de hierbas. Entre los restantes platos destacaríamos las alcachofas salteadas con jamón Joselito y huevo a baja temperatura, el tartar de corvina, el tataki de atún, la raya a la Meunier, el arroz de bogavante azul o la paletilla de cabrito lechal. El postre estrella es el café con leche quemada y nueces de Macadamia, del que podemos atestiguar que está exquisito.
En definitiva, cocina de mercado bien ejecutada y un entorno muy moderno para disfrutar de una velada especial. Extensa carta de vinos, a partir de 25 euros.

Nuestra valoración general: 7,5/10.

Precio medio: 40€ por persona, bebidas aparte.
GastroTip: Impresionante local. Como propuesta, finalizar la velada tomando una copa o un cóctel en el "champagne bar" de la planta baja.

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