Martinete es un restaurante con aires de bistrôt, abierto desde media mañana y
con una fórmula de cocina fácil y variada, precios asequibles y ambiente
animadísimo tanto a medio día como por las noches y fines de semana. Pertenece al mismo grupo que Casa Mono y Ateneo -acerca de los cuales no podemos opinar porque aún no los conocemos.
En su
primer año de vida Martinete ha
sabido aprovechar la reciente tendencia de restaurantes acogedores, accesibles
de precio y modernos, que ofrecen horario continuo y posibilidad de seguir allí
mismo con las copas, o a la salida del trabajo (Punk Bach, Bar Tomate, El Patio del Fisgón, The Hall, etc.).
El
local ocupa un esquinazo en la plaza del Marqués de Salamanca, al lado de Sanxenxo, todo un clásico del grupo Combarro. Tiene grandes ventanales a la
calle, que permiten la entrada de un gran caudal de luz, imprescindible para
contrarrestar la relativamente oscura decoración interior en madera y cuero, recordando ligeramente a un club
inglés.
En el
aspecto gastronómico hay poco que contar: la carta reúne un conjunto de platos
pensados para satisfacer todos los gustos: tartares, ensaladas, hamburguesas,
croquetas, risotto, combinado con una decena de platos clásicos de carne y
pescado que no sobrepasan los 20 euros. La ejecución de las recetas es correcta
y la presentación es moderna, pero sin estridencias.
Frecuentado
por gente de la zona (tanto ejecutivos como amas de casa, grupos de amigos y
amigas) es una buena opción para comer o cenar en Madrid en un ambiente
acogedor y moderno, sin que la factura se dispare.
Nuestra
valoración general: 7/10
Precio
medio: 20€ por persona (bebidas
aparte).
GastroTip: De todas las opciones, es perfecto para cena de amigas o de amigos, o
para comer con los compañeros del trabajo.
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