Cebo

Cebo comenzó su andadura hace apenas un año, ocupando el local en el que anteriormente se ubicaba Europa Decó, restaurante que siempre nos gustó, dentro del moderno Hotel Urban, con su bonita terraza en el último piso y anteriormente, el Glass bar, para tomar una copa tranquilamente, hoy en día también reemplazado por el restaurante Glass Mar, del premiado Ángel León, chef del insigne restaurante Aponiente. El local ha sido reformado, aportando tonos más claros y una especie de mesa-barra semicircular desde donde se pueden observar algunas preparaciones; conserva el ambiente elegante e íntimo que ya nos gustaba del anterior restaurante.

En este su primer año, Cebo ha conseguido ser premiado con la Estrella Michelín de la mano del chef Aurelio Morales y ciertamente, nos ha encantado. Su cocina ofrece elaboraciones sofisticadas sobre la base de platos tradicionales con gran calidad del producto y muy buena puesta en escena. El menú tiene dos variantes: uno corto, de diez pasos y otro llamado “las diecisiete” que ofrece un plato representativo de cada una de las tantas autonomías de España. En cuanto al menú corto, comenzamos con el calçot, presentado dentro de un buñuelo japonés y seguimos con su versión de los callos, qué aunque no están entre nuestras preferencias, resultaron deliciosos envueltos/diluidos en una croqueta líquida. Continuamos con la “oreja brava”, muy rica y el “boquerón” marinado con helado de boquerón, interesante plato al que siguió su particular visión del “chipirón negro a la andaluza”. Después del pescado, el arroz “Costa brava” y finalmente el jarrete de ternera blanca a baja temperatura, con berenjena y salsa de tuétano a la brasa. Todos los platos muy buenos. Como colofón, un primer postre a base de queso y pistacho, seguido del siempre apetecible postre a base de chocolates.

El servicio excelente; destacaríamos el maitre, siempre atento y extremadamente correcto.

Nuestra valoración: 9 sobre 10

Precio medio: 80€ el menú corto y 110€ el menú “Las diecisiete”, bebidas aparte.

Gastrotip: para cenar, sin niños y especialmente para celebraciones.