Acabamos de estar en este renovado mercado y queremos mostrarlo en este blog como plan apetecible, chic y económico, alternativa diurna a los habituales planes gastronómicos de Madrid.
Ubicado en la calle Augusto Figueroa, 24, en la zona de Chueca, y con aparcamiento propio. Se trata de un edificio reducido, pero que alberga en su interior un rico caleidoscopio gastronómico. En la planta baja hay un Supercor, en la planta primera se distribuyen un par de decenas de puestos a la manera de un mercado tradicional, aunque por su cuidado diseño, el surtido de producto nacional y de importación y la limpieza y heterogeneidad de la clientela, nada tiene que ver con el antiguo mercado de San Antón: aquí encontramos desde hamburguesas de trufa, parmesano o hierbas provenzales (Hamburguesa Nostra, ¡incluso tienen panes de minihamburguesas!), hasta croquetas de Idiazábal o de gambones con boletus (La Alacena), todo ello para cocinar en casa, pasando por carnicerías, fruterías, pescaderías y un puesto de “delicias congeladas” (merece la pena visitarlo).
En la segunda planta, una larga barra con taburetes da servicio a todos los bares y puestos de degustación que allí existen y que ofrecen productos griegos, italianos, zumos y batidos, mariscos, cocina japonesa, etc., además de excelentes vinos. Nosotros tomamos el aperitivo en Puturrú de Foie (exquisitas las croquetas de foie y hongos y la hamburguesa de pato con huevo de codorniz), gastrobar fundado por nuestro apreciado César Zurbano y varios socios más.
Finalmente, en la tercera planta está La Cocina de San Antón, un restaurante con carta propia y posibilidad de prepararte la comida que has adquirido en el mercado. Tiene una gran terraza con vistas al centro de Madrid.
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