martes, 15 de septiembre de 2015

Sudestada (II). Fina cocina asiática

Conocimos Sudestada hace ya cuatro años poco después de resultar elegido “Restaurante del año 2010" por la revista Metrópoli. A estas alturas ya ha sido premiado con dos "soles" en la Guía Repsol y año tras año sigue sonando entre los favoritos para hacerse con una "estrella" Michelin, pero se le resiste…

El local continúa en la calle de Ponzano y, como ya comentamos en nuestro anterior post sobre este restaurante, no es muy atractivo estéticamente con paredes paneladas en madera, grandes columnas forradas con espejos casi en medio del salón, mesas más o menos juntas y muy iluminado… Claramente se apuesta por la calidad y sofisticación de los platos y se prescinde del elemento decorativo. Sudestada ofrece una cocina fusión de sabores en el entorno del sudeste asiático con platos originales muy diferenciados de otras apuestas asiáticas en Madrid. Dispone de una breve carta con un menú degustación de ocho platos por 50€ aunque optamos por probar distintos platos de la carta. Tras una sopa fría coreana con pepinos como aperitivo, comenzamos por el Nem número 5 -el número alude a los cinco ingredientes- muy rico; el Shuiyaio, que son una especie de sabrosas samosas de manitas de cerdo; seguimos con un curry de mollejas, también muy apetecible y terminamos con un curry negro de corvina, con fondo de cangrejos, berenjena y piña asada. En general, nos gustó mucho esta comida con sabores fuertes pero no especialmente picantes. Los postres, sin embargo, no nos resultaron muy atractivos. 

No es un tipo de comida para un público con gustos generalistas, ni un restaurante para repetir con mucha frecuencia pero, no obstante, recomendamos no perderlo de vista. A pocos metros en la misma calle se encuentra Picsa, perteneciente a los mismo dueños pero centrado en una visión argentina de las pizzas, aunque ese será otro post

Nuestra valoración general: 8 / 10
Precio medio valoración general: 35 euros por persona, bebidas aparte
GastroTip: informal. Recomendamos atreverse con la carta y no optar por el menú degustación sin más.

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