Tenemos especial cariño al hotel Palace. Ya en 2010 disfrutamos del brunch de Navidad bajo la gran cúpula de cristal que preside su salón central. Estas navidades decidimos regresar, pero hemos elegido el restaurante Asia Gallery , situado en el interior del hotel. Actualmente es uno de los exponentes de la comida cantonesa de calidad en Madrid y nos inspira armonía y elegancia, en un entorno sofisticado.
El local está perfectamente ambientado -una vez más de la mano de Ignacio García de Vinuesa, presente igualmente en otros restaurantes comentados en este blog-, con paredes enteladas con sedas de colores y delicados paneles con ilustraciones. Una lámpara inmensa ocupa el centro de la sala, aunque la iluminación del espacio es tenue, creando una atmósfera íntima que se acentúa con la marquetería lacada en tonos oscuros y las piezas de mobiliario (antigüedades). Las mesas son amplias y tienen una separación adecuada. La distribución se completa con dos pequeños reservados “en alto”.
Aunque no somos expertos en este tipo de comida, la conocemos someramente a través de China Crown y Tse Yang (comentado en este blog), y por ello nos atrevimos a pedir directamente desde la carta sin recurrir al socorrido menú de degustación. Como entrantes, disponen de gran variedad de rollitos y dim sum, de los que probamos los rollitos de pato y los dumplings de marisco, muy ricos ambos. Continuamos con carne: primero el solomillo de buey a la pimienta (Szechuan), un tanto picante pero asumible, y después el pollo al curry, con un sabor muy agradable y poco picante, aunque quitaríamos del mismo los trozos de lima entremezclados con las verduras. La carta tiene una sección de mariscos, con platos muy apetecibles a base de langostinos, bogavante o vieiras, aunque nos inclinamos -con éxito- por los langostinos salteados en salsa XO (salsa originaria de Hong Kong que también utilizan en algunos de los platos del laureado DiverXO, también en este blog). Como acompañamiento elegimos entre los diversos tipos de arroces y tallarines, probando el arroz frito con gambas y vieiras y los noodles con marisco al estilo cantonés, aunque también resultaban apetecibles sobre el papel los noodles salteados con bogavante y el arroz tostado con mariscos. Finalmente, probamos el pato cantonés, aunque nos gustó más el del restaurante Tse Yang (hotel Villamagna de Madrid). De los postres, optamos por compartir una tarta de chocolate con café, muy rica; había otras opciones también interesantes pero no respondían a la orientación culinaria cantonesa del restaurante.
Puede resultar más cómodo pedir alguno de los menús incluidos en la carta, con precios entre los 45€ y los 58€: el “Pekinés” (que probamos satisfactoriamente en una anterior visita y del que destacaríamos el pato lacado y los noodles salteados con pato), el “Indochina” (que incluye langostinos con salsa cremosa picante, magret de pato y arroz frito con carne y verduras) y el “Asia Gallery” (a base de bogavante con sal y pimienta, lubina salvaje y solomillo de buey, acompañados por arroz con marisco).
El servicio fue correcto aunque, como pasa en muchos restaurantes asiáticos, agobian un poco sirviendo vino o agua con excesiva frecuencia. Ocurrió que trajeron la comida con excesiva rapidez e incluso varios platos a la vez, enfriándose en consecuencia. El maître nos atendió de forma muy profesional y educada, mostrando maneras que denotaban una gran experiencia y conocimiento de su oficio.
En resumen, un entorno muy agradable y tranquilo, con una comida de calidad y en el siempre distinguido hotel Palace. Comparándolo con Tse Yang, nos inclinamos por Asia Gallery, porque si bien la calidad de la comida es similar, el entorno es más agradable, el servicio muy atento y el precio algo más moderado.
Precio medio: 40€ por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 8/10
GastroTip: público elegante; ambiente íntimo y romántico; apropiado para celebraciones especiales en las que la comida sea la excusa…
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