martes, 16 de junio de 2015

Tatel. The place to go...

A principios del pasado mes de mayo abrió sus puertas este restaurante y desde el primer momento se convirtió en un éxito. Es evidente que a ello contribuyó saber que entre sus dueños se encuentran famosos deportistas y personas del mundo del espectáculo, lo que inmediatamente generó un gran interés y curiosidad por conocer Tatel. Sin embargo, ahora que ya hemos cenado allí podemos atestiguar que no es un sitio de moda más, sino un restaurante en el amplio sentido de la palabra. Lo que sucede es que se conjungan varios elementos que propician ese claro y rápido éxito: un bonito local con una excelente puesta en escena, un buen servicio y una carta muy apropiada. Evidentemente, no es un sitio barato y es complicado reservar mesa...
Se encuentra situado junto al puente de Juan Bravo, en pleno paseo de la Castellana.  La estética nos ha encantado, con un aire que puede recordar a algunos elegantes locales neoyorquinos: luces atenuadas; mesas razonablemente separadas; distintos espacios: una zona inicial de mesas altas donde picotear y una bonita barra para tomar una copa; varios semi-reservados las zonas laterales y al fondo. La zona principal del comedor, en el centro de la enorme estancia, está delimitada por un largo sofá chester, rojo oscuro, en forma de “u”, mientras que el resto de sillas, de color ocre, contrastan con la elegante mantelería blanca. Cocina a la vista. A todo ello se añade un espacio central para que un disc-jockey amenice la velada, aunque más nos agradó la excelente voz de la solista que cantaba cerca de los comensales. 

Desde el punto de vista gastronómico, hemos leído que esta dirigido por los chefs de Las Tortillas de Gabino (ver post) y La Gabinoteca (ver post) lo que es ya toda una declaración de intenciones (de triunfar...). Comenzamos con un rico y muy bien presentado aperitivo a base de pan, tomate, aceite de oliva virgen, ajo y paté. La carta se centra en la cocina mediterránea, con entrantes muy apetecibles como la tortilla “velazqueña”, el salmorejo, las lentejas estofadas, las anchoas en salazón,  el jamón de Joselito... Probamos -con gran acierto- las croquetas de leche fresca y nos encantó especialmente la ensaladilla rusa de cigalas. Algunos arroces y fideos para compartir. De entre los pescados, muchas alternativas interesantes: lubina confitada, bacalao negro, atún rojo, rape de tripa negra y merluza de Burela. Casi nada. Entre las carnes: solomillo, entrecotte, carrilleras y un plato muy recomendable incluso para compartir dadas sus dimensiones. Se trata del escalope de ternera con huevo y trufa; muy rico. Amplia variedad de postres, de los que probamos la “tarta brutal de chocolate”, nada destacable pese al nombre. 
En resumen, una cena excelente, con un servicio muy atento -y numeroso- y un perfil de público muy acorde al formato del restaurante. Sin duda el local del momento en Madrid.


Nuestra valoración GastroChic: 8,5 sobre 10
Precio medio: 35€ por persona bebidas aparte
GastroTip: para comer o cenar, con amigos o en pareja; ambiente formal, con habitual presencia de personajes famosos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario