Aprovechamos
un domingo lluvioso para sustituir el tradicional aperitivo español por un brunch, costumbre anglosajona que
practicamos ocasionalmente. El establecimiento de origen belga Le Pain Quotidien tiene muy bien
incorporada a su oferta esta opción gastronómica. Esta vez hemos ido al local
que tienen en la calle de Velázquez (hay otros cuatro en Madrid) y hemos
disfrutado, periódico en mano, de un agradable rato en torno a un amplio
surtido de panes, bollería y también platos fríos y calientes.
Le Pain Quotidien es una panadería moderna pero anclada en elaboraciones
tradicionales y respetuosas con el medio ambiente. Incluso toda la madera del
comedor (presente en paredes y mobiliario) es reciclada. Además de panes variados
y artesanales, aquí se puede degustar o llevar bollería variada (napolitanas, croissants, brownies, etc.), mermeladas y salsas (de elaboración propia, los
tarros están expuestos en una de las paredes), ensaladas, tartines (tostas),
tablas de quesos y embutidos, sopas y varios platos salados (raciones).
En este
sentido, por ejemplo, el brunch se
ofrece en cuatro versiones de entre 15 y 18 euros, pero se puede optar por
comer (o desayunar) a la carta indistintamente (por ejemplo, si se va con
niños). Los cuatro menús de este brunch
(“El granjero”, “El pescador”, “El carnicero” y “El botánico”) están elaborados
con ingredientes de origen ecológico; tienen en común una pieza de bollería, un
zumo de naranja natural, un yogur casero con muesli, un surtido de jamón, queso, pan, mantequilla y café o
similar, y permiten elegir entre una selección de acompañamientos salados
(huevos, salmón, etc.) Todo ello aderezado con mermeladas caseras y chocolate
para untar.
En
resumen, un plan alternativo en un sitio diferente y chic. Sin duda repetiremos.
Precio medio: 15-20€ por persona.
Nuestra valoración general: 7 / 10
GastroTip: se puede reservar.
Dispone de revistas y periódicos.
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