Un par de años después, hemos regresado al restaurante Tse Yang, ubicado en el Hotel Villamagna. Aunque se habla de comida "china", se trata de cocina fundamentalmente cantonesa, adaptada al gusto europeo. Pertenece al mismo grupo que regenta el Café Saigon, Le Dragon, Petit Saigon y Furama y tampoco son inmunes a la crisis, como refleja la reciente propuesta de descuentos hasta del 50% si visitas todos ellos en una especie de" tour culinario".
De Tse Yang se sigue diciendo que es "el mejor chino de Madrid". Sin embargo, en estos últimos años han proliferado los exponentes de la cocina asiática en Madrid -japonesa, tailandesa y fusión japo-peruana, entre otras- y aunque Tse Yang sigue siendo la referencia en comida "china", posiblemente no sea una opción tan clara actualmente. Hace diez años la alternativa eran los tradicionales restaurantes chinos con sus representaciones de dragones y similares y una cocina de menor calidad, pero barata y con cierto atractivo popular, pero hoy en día la oferta de cocina asiática en Madrid, con o sin diseño, es mucho más atractiva, quizá precisamente por la mayor "cultura culinaria" y Tse Yang no deja de ser comida china a precio de comida japonesa.
Lo que es indudable es que persiste el estilo elegante del restaurante, con una decoración sin sofisticación, claramente oriental, a base de maderas ladeadas, porcelana y murales con escenas "chinescas". Público de cierto nivel, que posiblemente está alojado en el propio Hotel Villamagna; parejas y algunas familias. A pesar de su precio, estaba lleno. El servicio, correcto y atento, con mezcla de personal español y chino.
Vemos que se ha renovado la carta con platos que, según nos indica el maître, son representativos de las actuales tendencias en la cocina china. En nuestra primera visita habíamos optado por uno de sus menús degustación (tienen cinco, con precios en torno a los 42€, excepto el Menú Gastronómico a 63€), pero esta vez nos atrevimos a elegir directamente, probando alguno de sus nuevos platos, como los dim sum con txangurro (también sonaban muy apetecibles los de boletus y los de pato con foie-gras) y los tallarines crujientes con carabineros, ambos exquisitos y como plato principal, su plato "estrella" de siempre, el pato lacado al estilo Pekín. Otros platos recomendables que no probamos, son las cigalas al vapor o las pinzas de cangrejo con salsa picante, de la nueva carta, y los tallarines Tse Yang. Los postres no nos atrajeron demasiado a priori, aunque terminamos pidiendo los canutillos con helados de chocolate y plátano. No siendo expertos, es destacable la carta (el libro) de vinos, con múltiples referencias de distintas partes del mundo y una amplísima selección de champagnes.
En definitiva: ambiente formal, comida rica si se elige adecuadamente y alto precio. Las opciones para disfrutar de una buena comida por 50€-60€ por persona son amplísimas hoy en día y la comida china no es cocina de culto. Evidentemente no tan elegante, pero a mitad de precio y también con una cocina cantonesa de calidad, está el China Crown, en Sor Ángela de la Cruz.
Precio medio: 50€ por persona, vino aparte.
Nuestra valoración general: 7,5/10
GastroTip: para celebraciones especiales, en pareja o con amigos. Ambiente formal.
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