Lo que más llama la atención tras cinco minutos en este restaurante es la amabilidad y profesionalidad del personal. Se nota sin ninguna duda el buen hacer de José Félix Cabeza (blog Liebre por Gato), antiguo jefe de sala de La Dorada, y ahora al frente de Homemade. La hospitalidad de los anfitriones y la calidad de la carta, todo ello en un ambiente cuidado y chic, están a la altura de las expectativas construidas a partir de las señas de identidad recogidas en la propia página web del restaurante. Homemade es una de las aperturas más interesantes del último año y el lugar perfecto para disfrutar de una experiencia gastronómica satisfactoria en todos los sentidos. En el modelo de negocio hay dos aspectos particulares: en primer lugar, todos los platos de la carta están pensados y son presentados para ser compartidos; por otra parte, la oferta de ocio se completa con un espacio "privée", Club63H, disponible para fiestas y actos sociales. Con todos estos ingredientes ha conseguido un rotundo éxito como restaurante, afterwork y gastrobar (se autodenomina así).
El local, discreto por fuera pero amplio y moderno por dentro, rezuma buen gusto y frescura, con una larga barra en el espacio que da acceso al comedor principal (también dispone de un reservado). Está decorado en colores de la gama de los marrones, del más claro al achocolatado, no es ruidoso y las mesas están razonablemente espaciadas.
El ambiente es elegante pero no excesivamente formal, con un público formado tanto por parejas treintañeras como por hombres trajeados -bastante previsible dada su ubicación en pleno barrio de Salamanca.
La carta recoge una atractiva, cuidada y completa selección de platos de cocina de mercado (con precios entre 12 y 20 euros). Todos ellos son emplatados de una forma tal que facilita que sean compartidos (las cantidades son sufientemente generosas). En nuestra reciente visita hemos podido disfrutar de las croquetas de bogavante (por unidades), los calamaritos con huevo y ajetes, el solomillo de cebón (fileteado, acompañado de patatas panaderas, algo sosas como único "pero" culinario), las albóndigas Homemade y, como postre, el exquisito chocolate Homemade.
Como conclusión, un sitio recomendable para todo tipo de ocasiones, con el mérito de recuperar el concepto de servicio esmerado que parece haber desaparecido en muchos otros restaurantes de la capital.
Precio medio: 30 euros por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 8/10
GastroTip: Os gustará ya sea en la versión de comida de trabajo, cena romántica, snackbar o afterwork.
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