Hace poco más de medio año que El Cielo de Urrechu abrió sus puertas en el centro comercial Zielo, en Pozuelo de Alarcón. Es la última apuesta gastronómica de Iñigo Pérez, dueño también de Urrechu, situado a pocos kilómetros y con un éxito muy consolidado (ver post).
Desde el punto de vista estético nos ha gustado más El Cielo de Urrechu. Aprovechando parte de la decoración del restaurante que anteriormente se ubicaba en el mismo local, ofrece un espacio moderno, amplio y con cierto aire de sofisticación, resultado de la combinación del blanco inmaculado que preside la estancia con las mesas -perfectamente vestidas-, las sillas -elegantes- y los inmensos ventanales con vistas a la Casa de Campo y a la ciudad de Madrid. Y todo ello con el atractivo añadido de estar situado en el centro comercial Zielo que, sin haber cumplido los dos años se ha convertido ya en un referente comercial de la zona.
Gastronómicamente, el resultado es igualmente muy bueno, sobre la base de una cocina clásica con productos de mercado pero diferenciándose de Urrechu con cierto toque vanguardista. La carta es razonablemente amplia: entre los entrantes, se puede optar por algunos de los “clásicos” de la casa como el jamón o la ensaladilla rusa, pero también hay otras opciones muy atractivas como los boletus guisados con huevo escalfado y jamón, las migas, el picadillo de matanza, las croquetas de jamón o de mejillones (grandes y cremosas), el risotto de colmenillas, el arroz marinero con tallarines de sepia y zamburiñas e incluso la lasaña de marisco. Muy recomendable resulta también la oreja crocanti de cerdo con dados de patata y chipirones.
Como platos principales ofrecen las excelentes carnes habituales en la casa –como el chuletón de buey o el solomillo fileteado-, y también pescados preparados de forma muy lograda: merluza, bacalao o chipirones, y un destacado pez mantequilla con chutney de tomate. Al igual que en Urrechu, se obsequia con un helado antes de los postres (un detalle más del cuidado que se presta al comensal), digestivo y que permite apreciar aún mejor las sugerencias de la carta: torrija con pincelada de café con leche y crema helada, o el arroz con leche quemadito, con costra, “como en Asturias”...
Y no se pueden pasar por alto los cortes de embutido ibérico, tan reseñables tanto en Urrechu como aquí.
El servicio muy atento y profesional.
Precio medio: 35€ por persona, bebidas aparte, aunque el precio se reduce si se opta por compartir varios platos.
Nuestra valoración general: 7’5/10.
GastroTip: para comer y disfrutar de las vistas de Madrid, aprovechando un día de compras. Ambiente tanto moderno (habitantes de “La Finca”) como formal (comidas de negocios). Recomendamos la opción de compartir varios platos a modo de raciones.
Ayer día 20 de junio reservamos en este restaurante una mesa para 8 personas, ya conocíamos el sitio, se come de maravilla, con una calidad espectacular, pero el trato deja mucho que desear para un sitio tan exquisito. Hay una diferencia bastante considerable entre el metre de la planta baja y el metre de la planta superior, lo digo porque he comido en las dos plantas y no tiene nada que ver. Mientras que en la planta superior el metre es encantador y pendiente de todos los detalles, el de la planta baja te atiende con demasiada superioridad, te habla de tu, encima se confunde en la factura,y ni te pide disculpas. El camarero que nos atendió olía a sudor y deberían cuidar más esos detalles, ya que la calidad de su cocina, como he dicho antes, es buenísima. En fin, en la planta baja no reserveis.
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