Poco antes del verano, descubrimos en la avenida de Machupichu (zona de Conde de Orgaz) la tercera sucursal de este conocido restaurante, de reciente apertura y a la que vamos con cierta asiduidad. Alejado del estilo predominante en este blog, hemos querido dedicarle un post porque es un restaurante “popular” pero moderno, espacioso, con una comida muy apetecible y consistente, y a precios razonables.
La decoración, sin grandes alardes ni sofisticaciones, es apropiada al estilo urbano y familiar de la clientela habitual. Tiene varios ambientes diferenciados – con predominio de la madera- inspirados en el concepto de “merendeiro”: una zona de mesas altas y taburetes perfecta para el aperitivo, el comedor interior -con botellas de vino en la parte superior de las paredes y referencias a platos típicos gallegos- y una magnífica terraza, convenientemente protegida del sol y totalmente recomendable tanto para comer como en las noches de verano.
Se ha convertido para nosotros en una de las referencias para almorzar en fin de semana, porque es posible ir con cochecito de bebés y es muy apropiado para comer con familia y amigos. Su carta no es muy extensa, aunque suficiente para degustar bastantes platos de la cocina gallega tradicional. Comenzamos con un aperitivo compuesto por un gran trozo de chorizo picante sobre una tabla de madera y con un cuchillo de corte adecuado. Es recomendable compartir varios platos dado que tanto el tipo de comida como la generosidad de las raciones se prestan a ello. Empezamos por el típico pulpo “a feira” -opcionalmente acompañado de cachelos, en un bol aparte-, generalmente en su punto de cocción. Continuamos con las croquetas, muy ricas en sus tres variantes - lacón, bacalao o bogavante- y seguimos con la tortilla, bien de Betanzos -exquisita; muy poco hecha- o de “cacheiras” -más cercana a la tradicional tortilla española. Llegado este punto el estómago comienza a estar lleno. Hemos probado también allí una carne muy apetecible: el Raxo de Orza, que viene a ser una especie de carrillera acompañada de puré de patatas, así como la empanada y los mejillones al vapor (estos dos últimos platos no están a la altura de los anteriores). Entre los postres, muy rica la tarta de orujo, las cañitas de Carballino, rellenas de crema, y la tradicional tarta de almendra (conocida como tarta de Santiago).
El servicio de sala es numeroso, pero no es extraño que en ocasiones estén un poco despistados aunque, en general, suelen servir con rapidez.
El servicio de sala es numeroso, pero no es extraño que en ocasiones estén un poco despistados aunque, en general, suelen servir con rapidez.
Conocemos también las sucursales de Pozuelo -cuenta con una amplia zona de césped y columpios para que puedan jugar los niños- y del centro comercial Sexta Avenida, igualmente recomendables.
Precio medio: 20€-25€ por persona, sin bebidas.
Nuestra valoración general: 7/10
GastroTip: para comer o cenar, en familia o con amigos. Cocina tradicional gallega. Buena relación calidad/precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario